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Alfombras de Época: Cómo Restaurarlas sin Perder su Valor Histórico
Las alfombras de época son más que piezas decorativas; son testigos del tiempo, portadoras de historia y reflejo de las culturas que las vieron nacer. Cada nudo, cada desgaste, cada matiz decolorado habla de un pasado vivido. Por eso, cuando se trata de restaurarlas, el desafío no es simplemente “reparar”, sino conservar su autenticidad sin borrar su alma.

El valor está en lo imperfecto
A diferencia de los objetos industriales modernos, el encanto de una alfombra antigua radica precisamente en sus imperfecciones. Un borde deshilachado, una zona con menor densidad de nudos o una decoloración sutil no son defectos: son marcas del tiempo que dan carácter y autenticidad.Por eso, cualquier intervención debe hacerse con profundo respeto por la pieza original. Restaurar una alfombra de época no implica dejarla como nueva, sino estabilizar su estructura, frenar el deterioro y preservar su estética original.
Diagnóstico: el primer paso esencial
Antes de cualquier acción, es necesario hacer un análisis detallado de la alfombra: tipo de tejido, nudos, origen, edad estimada, materiales, daños estructurales y condiciones generales. Esta evaluación debe ser realizada por expertos que comprendan tanto el valor artístico como el histórico de la obra. Un error común es someter alfombras antiguas a tratamientos agresivos como lavados industriales, blanqueamientos o reparaciones mecánicas, lo que puede borrar irremediablemente detalles únicos o alterar la textura original.

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Técnicas de restauración tradicionales
Los mejores restauradores trabajan con los mismos métodos que se usaban hace siglos. Esto implica usar hilos de lana, seda o algodón teñidos de forma natural, reproducir el tipo de nudo original (como el persa o el turco) y seguir los mismos patrones de urdimbre y trama.
La limpieza también se realiza de manera manual y cuidadosa, con jabones neutros y agua fría, evitando fricciones innecesarias. Cada paso requiere tiempo, paciencia y un conocimiento profundo de las tradiciones textiles de la región de origen de la alfombra.
Preservación a largo plazo
Para los coleccionistas, mantener la documentación de restauración es importante. Un registro de los trabajos realizados, junto con fotografías del antes y después, puede incluso aumentar el valor de la pieza al demostrar que fue tratada por profesionales y con criterios museográficos.
Kerestegian, historias irrepetibles
Trabajamos con artesanos restauradores que comparten nuestra visión: intervenir lo mínimo, conservar lo máximo y mantener viva la memoria de cada pieza. Nuestro enfoque curatorial va más allá de lo estético. Valoramos la autenticidad, la procedencia y la calidad de cada alfombra como si fuese parte de nuestra propia historia. Porque para nosotros, cada alfombra restaurada no es solo un objeto que vuelve a la vida: es una voz del pasado que vuelve a hablar.
